Detesta la música grupera porque, además de sus letras machistas, misóginas, exaltadoras del alcohol, la violencia, la infidelidad y la cultura del "tengo lana en el bolsillo y lo demás no me importa", representan el fracaso de la educación en México; de toda la educación, no sólo de la musical.

 

Y porque la escuchan incluso los jóvenes de la clase media-media y media-alta (tan discriminatoria y ufana en otros sentidos, por ejemplo con los indígenas), teniendo acceso a una educación supuestamente mejor que la que imparte el Estado.

 

Le gusta el helado de coco que hace su esposa (allá muy de cuando en cuando, por desgracia), y en general todos los helados. Ah, se llama Esteban y nació en El Tepozán, municipio de Cerritos, San Luis Potosí, hace varios ayeres.